Cara y cruz de la vida
Cara
La niña
nació entre sedas
algodones
y franelas.
Niñez e
infancia feliz
con lujos
de carmesí.
Como
también era guapa,
Alta y con
bella estampa,
pronto
encontró su destino
con un
apuesto marido.
Y
construyeron su nido
con tres
luceros de hijos.
Cruz
De
rodillas en la acera,
con su
manos extendidas
se
encontraba cada dia
la niña
con su belleza
suplicando
una moneda.
La gente
ya no se espera
y le
esquivan la mirada
dejando
sola su pena.
La gente
pasa y no para
y ella
siempre se guardaba
sus
miserias en su falda.
¡¡ Por Dios dadme una moneda,
que es
para el pan de mis hijos,
aunque yo
de pena muera ¡!
Y esta
falta de cobijo
con dos
vidas desgarradas
puede ser
nuestro enemigo.
Pues vidas
sin esperanzas
de
deshaucios y de embargos
nos
acechan y amenazan,
olvidando
al ser humano.
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