Plegaria por la paz
Padre
nuestro que estás en los cielos:
No permitas
que en el mundo haya hambre
Ni
consientas que el odio y la ira de nadie
Nos
produzcan conflictos violentos
Padre
nuestro que estás en las fuentes:
dadle agua a
los labios sedientos
y cobijo a los que no tienen techo con
estigma marcado en la frente,
Padre nuestro que estás en el
cáliz
Dadle fe y esperanza al enfermo
y que el bálsamo azul de tus manos
Sea el remedio de su sufrimiento.
Padre
nuestro que ves el destino
y que sabes de guerras y odios
no permitas
que nunca los niños
paguen las
culpas de otros.
Padre
nuestro que estás en los cielos:
Haz que baje
el amor a la tierra,
que broten y fluyan anhelos
que ahuyenten iras y soberbias.
Padre nuestro que ves a tus hijos
Matarse en el mundo por sus avaricias
Haz que vuelva de nuevo el cariño
Y se aparten codicias y
envidias,
Padre nuestro que estás en tu reino
¡Haz que cambie la paz por la guerra!
¡Que palomas levanten el vuelo
Y que luces nos curen cegueras!
¡¡Padre nuestro que estás en los cielos¡¡